MasterChef Celebrity: el plato de Claudia Villafañe que hizo llorar a Donato

Comentarios

Noche de emociones en MasterChef Celebrity, y de las personas menos esperadas. Con un pollo entero a partir del cual crear, Claudia Villafañe presentó un menú de pollo frito, rebozado con avena y sésamo, puré de hinojo e hígado salteado.

Claudia es una cocinera intuitiva, ya se lo han dicho varias veces, y ella sabe bien por qué: "Yo vivía con mis papás y mis abuelos maternos. En un cuarto dormíamos mi mamá, mi papá, mi hermana y yo; y en el otro mis abuelos. La cocina era muy chiquitita, entraba una sola persona, y siempre cocinaban ellos. Era algo natural y normal, y aprendí viendo".

Ingresá al grupo de Whatsapp de El Frontal y recibí las noticias al instante.

Unirse

"En la tercera semana para mí tenían que estar cocinando mucho mejor -comenzó Germán Martitegui-, y este puré está muy bien, súper rico, podría estar en un restaurant. El comentario removió su historia familiar, y Claudia no pudo contener las lágrimas, "Dalma me dijo que no tenía que llorar, que tenía que divertirme. Pero la primera semana la pasé mal, sentí que tenía que poner más de mí en la cocina".

Sin embargo, todavía faltaba el momento más emotivo de la noche, que llegó con la devolución de Donato de Santis. "Claudia, estoy seguro que.", comenzó a decir y se le quebró la voz. Intentó una y otra vez dar su devolución pero no salieron las palabras, el cocinero también estaba llorando.

Cuando finalmente pudo retomar, Donato explicó por qué: "Con mi familia vivíamos en un lugar que era un establo, había una sola cortina con un alambre que dividía el cuarto de noche con la cocina. No teníamos ni baño, esta afuera".

Entre la emoción y lo logrado del plato, Claudia Villafañe fue, junto a Sofía Pachano, la mejor de la noche del lunes. Aunque por un rato, la destreza gastronómica quedó opacada por la historia de dos vidas. "Solamente el que vivió esos momentos en su vida se puede emocionar cuando otra persona le cuenta algo parecido". Y Claudia y Donato, encontraron muy dentro suyo una increíble coincidencia.

Fuente: La Nación