Un menor británico fue asesinado en un ataque de violencia machista en Tomar, Portugal.
Adolescente de 13 años fallece tras defender a su madre en Portugal
Cortesía de diariopanorama
Un trágico incidente de violencia de género ha conmocionado a la comunidad de Casais, en la región de Tomar, Portugal, donde un joven británico de 13 años, Alfie Hallett, perdió la vida tras intentar proteger a su madre durante un ataque perpetrado por la expareja de esta en su residencia.
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Los sucesos tuvieron lugar el pasado martes al mediodía, momento en el cual las fuerzas del orden recibieron un aviso relacionado con un caso de violencia doméstica.
Según informes proporcionados por medios de comunicación locales, el autor del ataque, identificado como Gonçalo Carvalho, de 43 años, poseía un historial delictivo que incluía una condena de casi 15 años por homicidio y había sido liberado anticipadamente debido a su buena conducta.
De acuerdo con la reconstrucción de los acontecimientos, el agresor sometió a la madre de Alfie a una brutal agresión física, atándola de manos y pies. En un intento de protegerla, el menor fue apuñalado, lo que resultó en una situación crítica.
Posteriormente, el atacante se atrincheró en la vivienda y provocó una fuga de gas, lo que condujo a una explosión que le costó la vida, dejando a la madre de Alfie y a un agente policial con heridas significativas. La mujer logró liberarse y pedir asistencia a los vecinos, siendo trasladada de manera urgente a un centro médico.
La Policía Judicial informó al medio Diario de Noticias que tanto el agresor como el menor presentaban múltiples lesiones por arma blanca, y aunque se detectaron signos vitales, se declaró el fallecimiento en el lugar de los hechos.
La abuela de Alfie, Linda Hallett, expresó su profundo dolor desde Bognor Regis, Inglaterra, mencionando que la noticia la dejó “completamente devastada”. “Creo que Alfie murió tratando de proteger a su mamá. Era un chico tan dulce, con un corazón de oro”, manifestó.
La familia reveló que Alfie había trasladado su residencia a Portugal junto a su madre y que, a pesar de la pérdida de contacto durante un periodo, el reencuentro con su padre en 2018 había sido un evento de gran alegría para el joven. “Le encantaba la Navidad, cantar y bailar. Era un alma alegre”, recordó su abuela.
Vecinos de la familia afirmaron que el agresor, expareja de la madre de Alfie, exhibía comportamientos obsesivos y solía pernoctar en su automóvil frente a la casa. La mujer ya había presentado denuncias previas por violencia de género.
Un día antes del crimen, el individuo publicó un video en redes sociales expresando que tenía “el corazón roto”.
Las autoridades portuguesas confirmaron que existían antecedentes de violencia doméstica en la relación, lo que ha generado una ola de indignación y ha reavivado el debate sobre la protección de las víctimas en tales circunstancias.
