Ingrid Grudke y su experiencia cultural en Japón: Reflexiones desde Tokio

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Ingrid Grudke compartió su enriquecedora experiencia en Tokio, abordando el respeto y la cultura japonesa.

Ingrid Grudke emprendió un viaje hacia Japón con el propósito fundamental de aprender el idioma japonés. Durante un periodo de siete semanas en Tokio, no solo exploró la vasta urbe, los templos históricos y los paisajes icónicos, sino que además se inmersó en la cultura japonesa.

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La modelo proporcionó una serie de detalles significativos sobre su experiencia, revelando los aspectos que más la impresionaron del país asiático y sorprendiendo a su audiencia con profundas reflexiones sobre el respeto, la libertad y el verdadero significado de “primer mundo”.

Este viaje presentó un marcado componente personal. Ingrid decidió embarcarse en esta aventura junto a su sobrina, quien es apasionada del animé y el cosplay y que además ya se encontraba en el proceso de estudio del idioma japonés. “Es un idioma complicado, pero muy lindo. Me gustó aprender la base, aunque hay que seguir practicando”, declaró.

Uno de los elementos que más la sorprendió fue el comportamiento social y el respeto mutuo que prevalece en la sociedad japonesa. “Me encontré con gente muy educada, muy respetuosa del prójimo. Estamos muy lejos de entender la lógica que utilizan ellos, sobre todo en la vía pública”, enfatizó.

Un ejemplo que la impactó profundamente fue el uso de los espacios comunes: “Los baños públicos son impecables. Entendieron que eso es para uno, entonces están impolutos”, subrayó, destacando la atención al detalle que caracteriza a la cultura nipona.

El silencio también se erigió como un rasgo distintivo que capturó su atención. “En los trenes no hay bullicio. Cada uno está con sus auriculares escuchando música o mirando su serie. Hay un respeto absoluto por el espacio del otro”, describió sobre la vida cotidiana en Tokio, donde el tren se constituye como el principal medio de transporte.

Otro aspecto que resaltó fue la libertad estilística en la vestimenta. “Al trabajar en el mundo de la moda, puedo usar lo que quiera, pero hay una observación de la sociedad. Allá eso no existe. Hay distintos estilos”, concluyó, indicando la apertura cultural que encontró en su travesía.