Descubre cómo disfrutar de un menú navideño equilibrado que evite malestares digestivos.
Menú Navideño Saludable: Estrategias para Celebrar sin Malestar Digestivo
Cortesía de minutoneuquen
Durante la temporada festiva, las reuniones familiares y la abundancia de platos tradicionales suelen estar presentes, sin embargo, estas celebraciones pueden dar lugar a problemas digestivos, como pesadez e hinchazón. No obstante, es posible disfrutar de un menú navideño saludable que conserve el sabor y la esencia festiva, mediante ajustes estratégicos en la planificación de los platillos.
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Un error común es acudir a la cena tras un prolongado periodo de ayuno, lo que frecuentemente resulta en ingestas rápidas y excesivas. Por consiguiente, se sugiere realizar un snack ligero unas horas antes de la cena, como una pieza de fruta, un yogur o un puñado de frutos secos, para mitigar el riesgo de un “atracón” inicial.
Asimismo, la hidratación es crucial en este contexto. Mantener una ingesta adecuada de agua durante el día, complementada por un vaso de agua al inicio de la cena, no solo favorece la digestión, sino que también ayuda a diferenciar entre la sed y el hambre.
Una estrategia efectiva consiste en iniciar la comida con opciones frescas y ligeras, tales como ensaladas compuestas por verduras crudas o cocidas, tomates, hojas verdes y frutas de temporada. Estos componentes aportan fibra, promueven la saciedad y preparan el sistema digestivo para recibir platos más elaborados.
A continuación, se pueden introducir las preparaciones tradicionales, priorizando porciones moderadas y disfrutándolas con tranquilidad. Comer de forma pausada, masticar adecuadamente y realizar descansos entre bocados permite reconocer la saciedad y, por ende, minimizar el malestar posterior.
En lo que respecta al plato principal, no es necesario eliminar los clásicos, sino optar por versiones más ligeras. Las carnes blancas como el pollo o el pavo, los pescados cocinados al horno o a la parrilla, así como los cortes magros de carne vacuna, son elecciones más digestivas si se preparan mediante métodos sencillos.
Las guarniciones también juegan un papel fundamental en el equilibrio del menú. En lugar de recurrir a frituras o preparaciones excesivamente grasas, se pueden incorporar verduras asadas, ensaladas tibias, purés suaves o papas al horno con hierbas. El uso moderado de aceites y salsas contribuye a un menú equilibrado.
Durante las festividades, el consumo de bebidas alcohólicas tiende a incrementarse. Para evitar la sensación de pesadez y la deshidratación, es recomendable alternar el alcohol con agua o soda y evitar el consumo de bebidas alcohólicas con el estómago vacío.
Del mismo modo, es pertinente moderar la ingesta de gaseosas y bebidas azucaradas, las cuales pueden provocar hinchazón. En cuanto a los postres, estos no deben ser sinónimo de culpa. Compartir los dulces y servir porciones reducidas es una estrategia eficaz. Las frutas frescas, las ensaladas de frutas o preparaciones a base de frutas constituyen opciones ideales para culminar la comida sin sobrecargar el organismo.
Si se opta por postres más elaborados, es aconsejable seleccionar uno y degustarlo con calma, en lugar de probar múltiples opciones simultáneamente. Tras la cena, realizar una breve caminata o mantener el cuerpo en movimiento puede favorecer la digestión y contribuir a una sensación de bienestar general.
