En su reciente aparición en el programa La noche de Mirtha, Araceli González realizó comentarios significativos sobre su relación con Facundo Arana y su vida personal.
Araceli González se pronuncia sobre Facundo Arana en La noche de Mirtha
Cortesía de minuto1
Araceli González participó en el emblemático programa La noche de Mirtha, en donde abordó diversos aspectos de su trayectoria profesional y su vida personal, generando un análisis profundo de sus relaciones interpersonales. Durante la conversación, la conductora, Mirtha Legrand, indagó sobre su vínculo con Facundo Arana, cuestión que surgió tras la mención de su más reciente proyecto actoral.
Ingresá al grupo de Whatsapp de El Frontal y recibí las noticias al instante.
Al recibir la pregunta, González adoptó una postura ambigua, lo que insinuó una vacilación en su respuesta. Finalmente, optó por aclarar la naturaleza de sus interacciones profesionales, afirmando: “Hay personas con las que me llevo muy bien. Es cierto. Y hay personas con las que convivo y convivimos, pero no comemos un asado, por ejemplo. Me pasa eso. Digo, yo no tengo relaciones con todo el mundo”. Este comentario sugiere que, a pesar de mantener un trato cordial con Arana, no desarrollan una amistad íntima ni comparten momentos fuera del ámbito laboral.
González enfatizó la importancia de distinguir entre relaciones amicales y vínculos profesionales, subrayando que, aunque se esfuerza por mantener buenas relaciones con sus colegas, esto no implica el fomento de lazos profundos con cada individuo en su entorno laboral.
En un momento posterior de la entrevista, la actriz reflexionó sobre la percepción pública que se tiene de ella, mencionando que su vida real es “mucho más normal de lo que se imagina el público”, mientras que en el medio del espectáculo se ha comentado que es considerada antipática.
González atribuyó esta imagen a sus inicios en la industria, cuando se convirtió en madre a una edad temprana, lo cual le impuso la necesidad de asumir responsabilidades significativas, tales como adquirir su propia vivienda y proveer para su hija pequeña. Como resultado de estas obligaciones, su rutina se limitaba a trabajar y regresar a su hogar.
La actriz aclaró que su comportamiento estaba intrínsecamente relacionado con sus prioridades familiares, afirmando: “No hacía lobby ni salía de noche”. Reconoció que su elección de evitar la vida social nocturna fue percibida por algunos colegas y por el entorno como un comportamiento “un poco antipático”. No obstante, González insistió en que su conducta en esa etapa de su vida no denota que sea una persona complicada o desagradable, ya que mantiene amistades significativas y buenas relaciones con sus compañeros de trabajo.
