La Unión Europea intensifica sus sanciones contra Rusia con el objetivo de restringir su capacidad para financiar la guerra en Ucrania.
La UE refuerza sanciones contra Rusia en respuesta a la guerra en Ucrania
En las últimas semanas, la Unión Europea (UE) ha incrementado su protagonismo en el conflicto entre Rusia y Ucrania, implementando sanciones severas dirigidas al Kremlin y participando activamente en las negociaciones de paz en colaboración con Estados Unidos. Recientemente, el bloque europeo ha reafirmado su posición mediante la adopción de nuevas medidas restrictivas contra Moscú, cuyo propósito consiste en obstaculizar el flujo de recursos financieros que sustentan la guerra.
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Durante las últimas dos semanas, la Unión Europea ha tomado decisiones que impactan directamente en la economía del Kremlin y en su capacidad militar. En primer lugar, se anunció el congelamiento de activos soberanos de Rusia depositados en diversas instituciones bancarias a lo largo de Europa, así como la detención de fondos pertenecientes a su reserva federal. Se trata de una suma aproximada de 210 mil millones de dólares, que serán redirigidos para apoyar a Ucrania y su ejército en el contexto del conflicto bélico.
En respuesta, Moscú ha emitido un comunicado oficial manifestando su enérgico rechazo a esta decisión, considerándola como un acto delictivo que acarreará consecuencias severas. María Zajárova, directora del Departamento de Información y Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, ha calificado esta medida como una «apropiación ilegal del dinero», lo cual es inaceptable para un Estado soberano.
A través de dicho comunicado, el Kremlin ha dirigido sus críticas hacia el Reino Unido, uno de los principales promotores de esta sanción, acusándolo de intentar obstaculizar los acuerdos entre Rusia y Estados Unidos. Según su perspectiva, existían principios de entendimiento con Estados Unidos orientados a alcanzar un alto el fuego, siendo un elemento clave la utilización de los fondos congelados para avanzar en proyectos conjuntos; por ende, las acciones del Reino Unido frustran directamente este convenio.
Posteriormente, la Unión Europea confirmó la creación del Comité Internacional de Reclamaciones para Ucrania, que tiene como finalidad obligar a Rusia a compensar por su brutalidad en el conflicto bélico. Tras una reunión entre los países miembros, se determinó que era imperativo presionar al Kremlin para que indemnice a las víctimas de sus ataques violentos. «La rendición no es opcional, es inevitable», afirmó Ursula von der Leyen durante el anuncio oficial.
Días después de esta medida, el bloque europeo implementó sanciones adicionales contra la denominada “flota fantasma” de Rusia, considerada la principal fuente de financiación para el conflicto. Según se informó en un comunicado de la UE, las sanciones se aplicaron a 41 embarcaciones que conforman esta flotilla, la cual opera de manera clandestina para eludir las restricciones previamente establecidas contra su actividad comercial y marítima.