La Generalitat Valenciana implementa un plan que ofrece 40 euros por jabalí cazado para controlar la sobrepoblación y prevenir la peste porcina africana.
Iniciativa de la Generalitat Valenciana: 40 euros por jabalí cazado
La Generalitat Valenciana ha instaurado un plan extraordinario orientado a mitigar la sobrepoblación de jabalíes y fortalecer las medidas preventivas contra la peste porcina africana. En este contexto, el Consell ha aprobado una compensación de 40 euros por cada ejemplar abatido y retirado del entorno natural, una medida que requerirá una inversión total de 6.000.000 euros y que se llevará a cabo en toda la comunidad autónoma.
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De acuerdo con las declaraciones del vicesecretario tercero y conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras, Territorio y de la Recuperación, Vicente Martínez Mus, se estima que la población de jabalíes oscila entre 100.000 y 200.000 ejemplares, según las proyecciones más conservadoras y las más alarmantes. El decreto ley contempla acciones en 353 cotos y áreas de caza en Alicante, 209 en Castellón y 438 en Valencia, tal como se detalla en los informes oficiales.
El objetivo primordial de esta normativa es implementar ayudas directas a los titulares de cotos con el fin de promover el control de la población de esta especie. Esta iniciativa se complementará con un encargo urgente a VAERSA, la entidad pública que, a partir del mes de enero, establecerá un servicio específico para la recogida de animales cazados y un sistema de trampeo utilizando cajas trampa en las áreas donde la actividad cinegética no sea suficiente. Este enfoque integral permitirá también la intervención en zonas de seguridad y terrenos no habilitados para la caza.
La Dirección General de Medio Natural ha evaluado diversos escenarios de control y ha optado por el que abarca un mayor número de municipios y explotaciones porcinas, priorizando las áreas más vulnerables desde el punto de vista sanitario. En total, este plan involucra a aproximadamente mil titulares cinegéticos.
Entre las áreas prioritarias se encuentran los principales corredores viales de riesgo —A-7, AP-7, N-232, A-3, A-23, CV-35 y CV-10— donde la presencia de fauna silvestre demanda controles más rigurosos. Además, esta medida permitirá actualizar y unificar los protocolos de vigilancia pasiva, con el propósito de obtener datos más precisos y aplicar criterios homogéneos en toda la Comunidad Valenciana.