El esperado regreso de Pity Álvarez al escenario se llevó a cabo en el Estadio Kempes ante más de 40 mil fanáticos.
Pity Álvarez regresa al escenario del Kempes en un concierto histórico
El retorno de Pity Álvarez a los escenarios musicales se materializó el pasado sábado en el emblemático Estadio Mario Alberto Kempes, donde se congregaron más de 40 mil aficionados provenientes de diversas partes del país. Este evento marcó un hito significativo tras un prolongado período de incertidumbre en relación a su salud y la suspensión de su proceso judicial, ofreciendo un espectáculo que se extendió por casi tres horas y que superó las expectativas de aquellos que anhelaban presenciar su actuación en vivo.
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Desde el momento en que se emitió el primer acorde, Pity Álvarez disipó cualquier inquietud respecto a su estado actual. Con una energía revitalizada, el artista revisó los icónicos temas que definieron el rock barrial en las décadas de los 90 y 2000. Su repertorio se caracterizó por un equilibrio excepcional entre la nostalgia y la contemporaneidad, incluyendo himnos como "Homero", "Fuego", "Todo sigue igual" y "Quieren rock".
La calidad acústica de la banda acompañante fue uno de los aspectos más destacados de la velada en Córdoba. El público, compuesto tanto por fieles seguidores de larga data como por una nueva generación de adolescentes, celebró la precisión de los riffs y la claridad vocal de un Pity que sonó con la misma nitidez que en las grabaciones de su álbum Otro día en el Planeta Tierra.
El espectáculo no careció de la impronta provocadora que caracteriza al músico. Su entrada al escenario incluyó una performance que generó reacciones inmediatas en las redes sociales, evidenciando la delgada línea entre la genialidad y la excentricidad que ha definido su trayectoria. No obstante, el enfoque primordial permaneció en su capacidad compositiva y su conexión con la cultura del aguante.
A pesar de su situación judicial y los problemas de salud mental que lo habían mantenido alejado de la vida pública, Álvarez mostró una lucidez notable, así como un sentido del humor característico. “Solo el universo puede juzgarme”, proclamó ante una multitud que eligió la lealtad sobre los prejuicios. Este evento, producido por En Vivo (José Palazzo), se erige como uno de los hitos culturales más significativos del año, marcando el inicio de una nueva etapa en la carrera solista del músico.
El cierre del recital en el Kempes fue una explosión de hits: "Nunca quise", "Lo artesanal" y "Perra" prepararon el ambiente para un estallido final. Pity Álvarez se despidió del público con una camiseta que decía: “Cualquier parecido a Pity Álvarez es pura coincidencia”, dejando en claro que, aunque el individuo haya experimentado cambios, el artista continúa siendo el indiscutible dueño del escenario.
