El encuentro de las herederas de la gran historia de amor de Alain Delon y Romy Schneider

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Sus padres protagonizaron una de las grandes historias de amor del cine, pero ellas no se conocían. No fue hasta el pasado domingo cuando la hija de Alain Delon y la ex modelo holandesa Rosalie van Breemen, y la de Romy Schneider y el periodista franco-italiano Daniel Biasini se encontraron por primera vez.

Anouchka Delon, de 30 años, y Sarah Biasini, de 43, las dos actrices, como sus padres, se encontraron en el set del programa 20h30, le dimanche, de la televisión francesa para hablar de sus nuevos proyectos profesionales. Fue un encuentro cargado de emoción como ellas mismas admitieron. "Es muy especial y conmovedor porque tenemos algo en común, sin tener nada en común", dijo Anouchka Delon. "Aquí estamos, lo estamos haciendo frente a todos ustedes, encantadas", respondió Sarah Biasini con lágrimas en los ojos. "Tenemos suerte", replicó la hija de Alain Delon.

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Anouchka Delon también mencionó a Romy Schneider quien, a pesar de su muerte en 1982, permanece muy presente en la memoria de su padre. "Crecí con muchas fotos de Romy Schneider", explicó. "Ella siempre ha estado ahí y siempre es alguien de quien él (Delon) habla y piensa. Así que de alguna manera es parte de la familia".

Alain Delon y Romy Schneider se conocieron en 1958, se comprometieron un año después, nunca se casaron y se separaron en 1963. Solo permanecieron juntos cinco años, pero su amor fue tan apasionado como convulso. Y eso que al principio hubo de todo menos atracción entre ellos. "Es una chica muy guapa, pero muy caprichosa y aburrida", diría Delon nada más conocerla. Corría agosto de 1958 y los dos jóvenes actores -19 años ella, 23 él- se aprestaban a rodar su primera película juntos, Christine.

La chispa prendió pronto. "Fui a Viena, donde rodábamos el film. Y allí me enamoré perdidamente de ti. Y tú te enamoraste de mí", recordó Delon en una carta póstuma tras la muerte de la actriz en 1982, a los 43 años.

Su apasionada y tormentosa relación salpicada de supuestas infidelidades de Delon acabó rota de forma abrupta. Cuenta la leyenda que a su regreso a París tras una estancia en Hollywood, en diciembre de 1963, Schneider descubrió un ramo de rosas Baccara y unas breves líneas: "Me he ido a México con Nathalie. Mil cosas. Alain". Algo más tarde recibió una carta de 15 páginas en las que Delon explica su huída con la que se convertirá en su primera esposa y con quien tendría a su primer hijo, Anthony. "La razón me obliga a decirte adiós. Hemos vivido nuestro matrimonio antes de casarnos. Nuestro trabajo nos arrebató toda esperanza de sobrevivir (...). Te devuelvo tu libertad dejándote mi corazón", escribió.

El amor se acabó pero sobrevivió la amistad. Una década después de su primer encuentro, Delon la reclama para la mítica película La Piscina. El trabajo relanza la carrera de la alemana aunque no reaviva el viejo amor. De hecho, poco después, Delon deja a su esposa para iniciar una larga y también turbulenta relación con otra actriz, Mireille Darc. Solo la trágica muerte de Schneider 13 años más tarde, el 29 de mayo de 1982, incapaz de superar el fallecimiento de su hijo David un año antes en un accidente, acabó con el vínculo que unía a dos de los más grandes actores del cine europeo. Una historia que permanece viva en la memoria de Delon, según le contó Anouchka Delon a Sarah Biasini.

En junio de 2019, el actor de 85 años sufrió un derrame cerebral, dos años después de haber sido operado del corazón "Mi papá está bien. Escuchamos muchas cosas y nosotros, sus hijos, somos bastante discretos. Si tiene algo que decir, siempre ha sabido cómo hacerlo. Pero está bien", develó su hija, respetando el derecho de privacidad de su progenitor.

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Fuente: La Nación