Quién es Alejo Ramos Padilla, el elegido del kirchnerismo para el estratégico juzgado electoral de La Plata

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Mauricio Macri pidió su juicio político y ahora el presidente Alberto Fernández busca promoverlo a un juzgado estratégico para la política. El juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla está a un paso de ser nombrado juez federal con competencia electoral de La Plata, un juzgado que no solo entiende en materia penal sino que además concentra la competencia electoral en el principal distrito de todo el país, la provincia de Buenos Aires.

Su pliego fue enviado al Senado por el Presidente la semana pasada, y ahora la Comisión de Acuerdos deberá emitir su dictamen.

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A comienzos de 2019 el nombre de Ramos Padilla quedó identificado con una causa interpretada en muchos sectores como una ofensiva al caso de los cuadernos de las coimas. Mientras la causa de los cuadernos avanzaba a paso rápido en los tribunales de Comodoro Py, en los tribunales de Dolores se engrosaba el expediente conocido como "Caso D'Alessio", en el que Ramos Padilla investiga una presunta red de espionaje ilegal dedicada a extorsionar, que puso el foco, entre otras personas, sobre el fiscal del caso cuadernos, Carlos Stornelli. También fue procesado en esa causa el periodista Daniel Santoro, un hecho que motivó el repudio de entidades y asociaciones periodísticas.

El pliego de Ramos Padilla ya está en el Senado, donde se le buscará dar el aval para ser nombrado como juez federal de La Plata, un juzgado caliente, clave porque controla las elecciones en territorio bonaerense. Ese juzgado, vacante desde 2014, deberá intervenir en los asuntos que eventualmente puedan surgir en las elecciones legislativas del año que viene, desde la presentación de las listas, las impugnaciones y la aprobación del financiamiento de los partidos, hasta las denuncias que puedan presentarse por fraude y eventuales cuestionamientos a los resultados electorales.

Durante 30 años, a cargo de este juzgado estuvo Manuel Blanco, quien falleció en 2014. Blanco fue quien aceptó las candidaturas "testimoniales" de Daniel Scioli y Sergio Massa, y rechazó en 2009 las impugnaciones a la postulación de Néstor Kirchner por la provincia de Buenos Aires. Murió en 2014 y desde entonces el cargo fue cubierto por distintos subrogantes.

En el concurso que hizo el Consejo de la Magistratura para cubrir la vacante, Ramos Padilla quedó primero. De familia judicial -hijo del juez Juan Ramos Padilla- su primer paso por los tribunales federales fue, a los 18 años, por el juzgado federal 5, en ese entonces a cargo de Martín Irurzun, el actual presidente de la Cámara Federal.

Trabajó seis años en ese juzgado, donde tuvo como jefes al exjuez Norberto Oyarbide y a Gabriel Cavallo (como subrogante). Cuando se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires, Ramos Padilla se alejó de los tribunales de Retiro y se volcó al ejercicio de la profesión. Se considera "ajeno" a Comodoro Py.

Querelló en muchos casos de delitos de lesa humanidad en La Plata y forjó vínculos muy estrechos con una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel "Chicha" Mariani, a quien patrocinó en el primer juicio contra el represor Miguel Etchecolatz. También con el dirigente socialista Alfredo Bravo.

Aunque hoy es uno de los jueces predilectos del kirchnerismo por su desempeño en el "Caso D'Alessio", militó en las filas radicales, se consideró alfonsinista, y durante su paso por la Facultad de Derecho fue consejero directivo por la Franja Morada.

Ramos Padilla forma parte de la agrupación Justicia Legítima como vocal suplente. También integra la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, y se posiciona junto a la Lista Celeste, afín al kirchnerismo en la interna de los jueces.

Juró como juez federal de Dolores en 2011. En 2015 subrogó durante casi seis meses el juzgado federal de Bahía Blanca, donde puso el foco en la instrucción de expedientes de lesa humanidad. Allí también tramitó la causa que incriminaba al empresario Juan Suris por una usina de facturas truchas que supuestamente beneficiaban a empresas del santacruceño Lázaro Báez. Su intervención en ese expediente fue cuestionada, entre otras cosas, por haber suspendido el llamado a indagatoria de Suris, pero él dice que regularizó las actuaciones de la causa.

El año pasado Ramos Padilla declaró en rebeldía al fiscal Stornelli, después de varias citaciones para indagarlo sin que se presentara. Finalmente, después de indagarlo, lo procesó como miembro de una asociación ilícita. También procesó al periodista Daniel Santoro como miembro de esa misma banda por sus vínculos con D'Alessio, y por la situación de este último se ganó el repudio de las principales entidades periodísticas. Este año centró el foco de la investigación sobre la excúpula de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), e indagó a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.

Más de una decena de exfuncionarios kirchneristas y empresarios o abogados que estaban involucrados en el caso cuadernos se constituyeron como querellantes en el juzgado de Ramos Padilla.

Esa investigación lo llevó a exponer el año pasado ante la comisión de Libertad de Expresión de la Cámara baja invitado por el diputado Leopoldo Moreau y luego, en una sesión más reservada, en la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Inteligencia.

Esa exposición que realizó con detalles sobre el caso D'Alessio en la Comisión de Libertad de Expresión llevó al gobierno de Mauricio Macri a pedir su juicio político en el Consejo de la Magistratura, a través del entonces representante del Poder Ejecutivo en ese órgano, Juan Bautista Mahiques. Y tanto dirigentes kirchneristas como agrupaciones de Derechos Humanos participaron de dos marchas frente al Palacio de Justicia en apoyo al juez de Dolores.

La denuncia del gobierno de Macri contra Ramos Padilla fue desestimada este año en el Consejo de la Magistratura con el aval de los consejeros alineados con el oficialismo.

Cuando Macri dijo públicamente que Ramos Padilla "no era ecuánime" ya tenía una mala percepción de él como juez: en diciembre de 2015, cuando el expresidente firmó el decreto con los nombramientos de los ministros de la Corte Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, Ramos Padilla hizo lugar a un amparo presentado en los tribunales de Dolores, declaró inconstitucional ese decreto y le pidió a la Corte que no les tomara juramento.

Y en 2016 hizo lugar a un amparo colectivo y suspendió la aplicación de un aumento a las tarifas de gas y ordenó a las empresas suspender los cortes de servicio por falta de pago.

Aunque en los últimos años se ganó las impugnaciones de los dirigentes de la Coalición Cívica -que lo calificó como un juez militante-, y aunque tuvo en la mira a Elisa Carrió y la diputada Paula Oliveto por sus supuestos vínculos con el falso abogado Marcelo D'Alessio, Ramos Padilla compartió con Carrió una vieja causa.

En el año 2001 representó junto a su padre -el juez Juan Ramos Padilla- al ARI en la disputa judicial contra el entonces presidente Néstor Kirchner por la banca del Senado para Alfredo Bravo, que finalmente quedó en manos del actual ministro de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz.

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Fuente: La Nación