MasterChef Celebrity: la caída de Boy Olmi y la trampa del Polaco para seguir en carrera

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SI algo ha demostrado MasterChef Celebrity en sus tres semanas y poco de aire, es que se trata de una competencia impredecible. La estructura de los desafíos y su complejidad la alejan de los certámenes tradicionales, en los que el que más sabe más lejos llega. En este programa, el factor suerte también se vuelve clave del éxito. Y nadie mejor que Boy Olmi para corroborarlo.

Por gustarle la cocina, por arriesgar permanentemente con texturas y sabores, y por su paladar gourmet, el actor es uno de los más creativos a la hora de combinar ingredientes. Si a esto se suma su calma casi Zen, se sabe que el resultado siempre va a sorprender. Aunque en algunos casos, como fue en el programa del martes, para mal.

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Su hasta ahora performance impecable fue severamente dañada por un solomillo de cerdo con puré de ciruelas, mango, durazno y manzanas, acompañado por pasas, espárragos y queso brie, una mezcla que les dejó a los jurados un mal sabor de boca.

"Tus intentos son siempre buenos, pero la acidez de la fruta se comió todo el resto. Hay mucha diversidad de sabores", comenzó Donato de Santis. Damián Betular fue mucho más duro: "Cuando me contaste lo que ibas a hacer con el solomillo me imaginé una costra llena de especias. A la vista no están y en el sabor tampoco. No se siente nada de lo que me contaste. Por separado está bien, pero junto no está logrado". El resultado fue entrar a repechaje, con posibilidades de abandonar la competencia el domingo próximo.

Otro que está en la mira del programa es El Polaco. Aunque el jurado reconoce su evolución, su impronta adolescente le termina siempre jugando en contra. Ya la semana pasada lo habían "retado" por sentarse arriba de su mesada de trabajo, ahora fue por querer hacer trampa en el juego.

Empeñado en incorporar palta a su preparación, el cantante perdió buena parte de sus tres minutos para elegir ingredientes buscando dónde estaban (¿Será que no entró nunca a la despensa previamente o que tiene poca memoria visual?). Como la encontró fuera de tiempo, Santiago del Moro lo obligó a dejarla. Sin embargo, por arte de magia, minutos después apareció en su estación. "Y esa palta de dónde salió -lo interpeló Germán Martitegui-, tenías que devolverlas todas. Eso es trampa, Polaco".

El episodio terminó con el participante jurando que "no iba a usarla", mientras trabajaba con ella. Y otro punto en contra a los ojos del jurado que, tarde o temprano, se la va a cobrar.

Fuente: La Nación