El gobierno de Nueva Gales del Sur intensifica la seguridad en Sídney para las celebraciones de fin de año tras un ataque que dejó 16 víctimas fatales.
Las Termas de Río Hondo, en un contexto global de creciente inseguridad, observan con atención las decisiones de Australia respecto a su operativo de seguridad para el Año Nuevo 2026. A raíz del atentado terrorista en Bondi Beach, que resultó en la trágica pérdida de 16 vidas, el gobierno de Nueva Gales del Sur ha implementado un endurecimiento sin precedentes en sus medidas de prevención durante las festividades de Nochevieja en Sídney, incluyendo la posible intervención del Ejército para salvaguardar objetivos estratégicos.
Este anuncio fue comunicado el pasado domingo por el primer ministro estatal, Chris Minns, quien enfatizó la importancia de mantener conversaciones con líderes comunitarios para reforzar la protección de escuelas y sinagogas judías, en un contexto de creciente preocupación por la amenaza de ataques antisemitas tras el atentado ocurrido el 14 de diciembre.
"No estoy preparado para adelantarme, porque obviamente sería un cambio importante para nosotros, pero no voy a descartar nada", declaró Minns en una conferencia de prensa, al ser consultado sobre la eventual participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad interna, lo que indica un posible cambio en la política de seguridad pública.
El mandatario reconoció que líderes de la comunidad judía han expresado preocupaciones persistentes tras el ataque en Bondi Beach, que coincidió con la celebración de Janucá. "Es imperativo revisar nuestros programas y medidas de seguridad. Las estrategias actuales son insostenibles", afirmó, subrayando la necesidad de un enfoque renovado hacia la seguridad comunitaria.
La profundización de este problema se presenta como un desafío significativo: "Hemos sido testigos de los efectos devastadores del odio, especialmente del odio antisemita, en nuestra comunidad. Nuestro reto es revitalizar la vida judía en Sídney. No descartaré ninguna herramienta en este esfuerzo", añadió Minns, posicionando la seguridad comunitaria como una prioridad fundamental.
La presencia de armas largas en las calles de Sídney durante las festividades de Año Nuevo representa un cambio drástico en la percepción habitual de la seguridad australiana. Consultado sobre la posible incomodidad que esto podría generar entre la población, Minns fue claro en su respuesta: "La mayoría de los padres con los que hablé, de todas las comunidades, expresaron lo mismo: ‘Genial, eso es lo que queremos ver’. Desean una presencia policial robusta y un nivel de seguridad elevado para contrarrestar este tipo de odio y violencia".