Rusia intensificó sus ataques aéreos sobre Kiev en vísperas de la reunión entre Zelenski y Trump en Florida.
Este sábado, la Federación Rusa ejecutó un ataque aéreo de magnitud considerable contra la capital de Ucrania, Kiev. Este asalto aéreo se produjo poco tiempo después de que el presidente Volodimir Zelenski anunciara su inminente encuentro con Donald Trump, programado para el día domingo en Florida, en el marco de las negociaciones diplomáticas orientadas a alcanzar una salida negociada al conflicto que se prolonga por casi cuatro años.
Las autoridades locales han reportado que el bombardeo resultó en al menos una víctima mortal, un ciudadano de 71 años, así como en más de 30 heridos, entre los cuales se encuentran dos menores de edad. Este ataque, que se extendió a lo largo de casi diez horas, ha sido catalogado como uno de los más extensos del presente año, centrando sus objetivos en la infraestructura civil y energética de la urbe ucraniana.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, especificó que más de 2.600 edificaciones residenciales han quedado desprovistas de calefacción en medio de condiciones climáticas adversas y temperaturas bajo cero. Este hecho ha suscitado preocupaciones adicionales en la población civil que enfrenta el crudo invierno.
Asimismo, se reportó que 187 guarderías, 138 instituciones educativas y 22 organizaciones sociales se vieron gravemente afectadas por el ataque. En diversos distritos, los cortes de energía eléctrica y suministro de gas llevaron a la evacuación de personas mayores, incluyendo aquellos alojados en hogares de ancianos, mientras los equipos de emergencias se esforzaban por controlar incendios generados por el impacto de misiles y drones.
En consonancia con la evaluación de las autoridades, se ha indicado que la continuidad de estos eventos hostiles plantea una creciente preocupación en la comunidad internacional, lo que resalta la urgencia de un enfoque colaborativo para mitigar la crisis humanitaria que se desarrolla.