Estados Unidos lleva a cabo operaciones aéreas en Nigeria para combatir la violencia del Estado Islámico contra comunidades cristianas.
En una operación militar de gran envergadura, el gobierno de Estados Unidos ha realizado una serie de bombardeos en el noroeste de Nigeria, dirigidos a eliminar posiciones estratégicas del Estado Islámico (ISIS). Esta intervención se produce en respuesta a un aumento alarmante de la violencia y la persecución sistemática contra las comunidades cristianas en dicha región.
El presidente Donald Trump anunció la operación a través de su plataforma de redes sociales, Truth Social, durante la noche del jueves, afirmando: “Bajo mi dirección como comandante en jefe, Estados Unidos lanzó un ataque poderoso y letal contra la escoria terrorista de ISIS en el noroeste de Nigeria, quienes han estado matando brutalmente, principalmente, a cristianos inocentes, en niveles no vistos en muchos años”.
La campaña militar incluyó múltiples ataques aéreos sobre objetivos previamente identificados de la organización yihadista. Trump enfatizó que esta acción no fue inesperada, sino que constituyó una consecuencia directa de advertencias emitidas con anterioridad: “Si no detenían la masacre de cristianos, iban a pagar un alto precio, y esta noche así fue”, advirtió el mandatario.
Desde la Casa Blanca, se resaltó la efectividad de la operación. El presidente caracterizó los bombardeos como “perfectos” y elogió la capacidad de precisión demostrada por el Departamento de Defensa, asegurando que su administración no permitirá que el terrorismo islámico radical continúe prosperando en la región.
Este operativo marca la primera acción de combate directa de Estados Unidos en territorio nigeriano bajo la actual administración, y surge tras semanas de tensiones diplomáticas que incluyeron sanciones y restricciones de visado a funcionarios locales, quienes han sido señalados por su inacción ante la violencia religiosa.
En el mes de octubre, la administración estadounidense había calificado la persecución de minorías religiosas en Nigeria como una “amenaza existencial”. La complejidad de la situación en el país africano se manifiesta en la coexistencia de un norte predominantemente musulmán y un sur cristiano, donde organizaciones como Boko Haram y ISIS-África Occidental han perpetuado el terror durante años. El Pentágono comunicó que la misión se llevó a cabo con el conocimiento y la solicitud del gobierno nigeriano. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, destacó la cooperación bilateral con Abuja, expresando: “Estoy agradecido por el apoyo y la colaboración del gobierno nigeriano”, reafirmando así la disposición de Estados Unidos para proteger a las comunidades en riesgo. El mensaje presidencial finalizó con el característico tono directo del mandatario: “Feliz Navidad a todos, incluidos los terroristas muertos, de los cuales habrá muchos más si la matanza de cristianos sigue”.