El líder norcoreano Kim Jong-un inspeccionó un submarino estratégico con capacidad para lanzar misiles en una base naval.
Kim Jong-un reafirmó su postura de poderío militar global al realizar una visita a una instalación de construcción de submarinos de propulsión nuclear, donde examinó un imponente sumergible estratégico de 8.700 toneladas. El líder norcoreano estuvo acompañado por su hija Kim Ju-ae, quien es considerada por diversos analistas como una potencial sucesora, en una escena que fue meticulosamente difundida a través de los canales de la prensa estatal.
Las imágenes proporcionadas por la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) y otras agencias internacionales indican que el submarino nuclear analizado por Kim posee la capacidad de lanzar una variedad de misiles, incluyendo sistemas de defensa tierra-aire, lo que resulta en un refuerzo significativo del mensaje de poder militar que Pyongyang busca proyectar al mundo.
Las fotografías publicadas por la KCNA muestran a Kim transitando por una plataforma de montaje, rodeado de altos mandos militares y dignatarios del régimen, junto al colosal submarino que tiene la capacidad de lanzar diversos tipos de misiles, incluyendo sistemas de defensa tierra-aire, lo que refuerza el mensaje de poder militar que Pyongyang desea comunicar.
Durante su inspección, el líder norcoreano subrayó la necesidad de fortalecer la capacidad nuclear naval del país y afirmó que este tipo de armamento representa “un cambio crucial que marcará una época” en lo que respecta a la disuasión militar de Pyongyang.
De acuerdo con la KCNA, Kim hizo hincapié en su “firme voluntad” de avanzar en el proceso de nuclearización de la armada, anunciando además planes para reorganizar las fuerzas navales y establecer nuevas unidades, así como investigar “nuevas armas secretas submarinas”, aunque sin ofrecer detalles adicionales.
La exhibición del submarino tuvo lugar simultáneamente con la difusión de un mensaje del presidente ruso, Vladimir Putin, quien destacó la “amistad inquebrantable” entre Moscú y Pyongyang, elogiando los “heroicos esfuerzos” de los soldados norcoreanos en la región rusa de Kursk, en el contexto de la guerra en Ucrania.
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania hace casi cuatro años, Corea del Norte y Rusia han intensificado sus lazos. Según informes de agencias de inteligencia de Corea del Sur y de naciones occidentales, Pyongyang ha enviado miles de soldados para combatir junto a las fuerzas rusas, mientras que Moscú habría proporcionado asistencia financiera, tecnología militar y suministros de energía y alimentos.
Estimaciones provenientes de Corea del Sur sugieren que aproximadamente 2.000 militares norcoreanos han perdido la vida en el conflicto, con miles más resultando heridos, lo que refuerza la dimensión estratégica de la cooperación entre ambos países.
En el transcurso de su visita a la base naval, Kim también criticó el impulso de Corea del Sur para desarrollar submarinos de nueva generación.