La reciente orden ejecutiva habilita a las autoridades federales para intensificar la lucha contra el tráfico de fentanilo y su amenaza a la seguridad nacional.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, proclamó este lunes la reclasificación del fentanilo como un arma de destrucción masiva, una decisión que eleva la lucha contra este opioide sintético a la categoría de una amenaza para la seguridad nacional del país.
Esta acción fue formalizada a través de una orden ejecutiva emitida en la Casa Blanca, la cual fue presentada durante un evento oficial destinado a reconocer los esfuerzos de defensa en la frontera con México.
“Estamos clasificando formalmente el fentanilo como un arma de destrucción masiva”, expresó Trump en el acto de firma del decreto. El mandatario fundamentó esta decisión al comparar el impacto del fentanilo con el de un ataque bélico indiscriminado.
“Ninguna bomba causa el daño que esto está provocando; se estima que entre 200.000 y 300.000 personas mueren cada año a causa de esta sustancia, que sepamos”, afirmó Trump de manera contundente.
La orden ejecutiva instruye a diversas agencias federales a implementar herramientas legales, financieras y operativas, las cuales hasta este momento estaban reservadas para contextos relacionados con el terrorismo o con amenazas químicas.
Por consiguiente, esta medida no solo pretende abordar la crisis del fentanilo, sino que también busca movilizar recursos federales de manera efectiva en la lucha contra los carteles y las redes de tráfico internacional que facilitan la diseminación de esta peligrosa sustancia.