Las hostilidades entre Rusia y Ucrania se intensifican a pesar de los esfuerzos por la paz, evidenciados en el reciente ataque a Odesa con drones y misiles.
Las hostilidades entre Rusia y Ucrania se intensifican de manera alarmante, a pesar de los esfuerzos diplomáticos en curso para establecer un plan de paz que contemple las necesidades de ambas naciones. En este contexto de creciente tensión, la ciudad portuaria de Odesa se convirtió en escenario de un asalto devastador, donde más de 450 drones y 30 misiles fueron empleados por las fuerzas del Kremlin, lo que subraya el aumento de la violencia en la región.
Desde el inicio del conflicto armado, Rusia ha implementado un agresivo proceso de anexionamiento de territorios estratégicos en Ucrania, motivado por su ubicación geográfica y recursos naturales. Recientemente, el presidente Vladímir Putin, en un acto de arrogancia, proclamó al mundo la ocupación de Kupiansk, una ciudad situada en el óblast de Járkov, al noreste del país, en un momento clave de las negociaciones por la paz.
La intención del Kremlin al difundir esta información es demostrar su poderío militar y enviar un mensaje directo a la Unión Europea, que ha respaldado a Ucrania mediante acuerdos y asistencia económica en el marco del conflicto. Sin embargo, en un giro significativo de los acontecimientos, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski desmintió la declaración oficial, afirmando que sus fuerzas son las que controlan el territorio en disputa.
A través de su cuenta de X, Zelenski compartió imágenes y videos desde Kupiansk, donde se reunió con las tropas locales y rindió homenaje a los soldados que luchan por la independencia de su nación. El mandatario enfatizó: “Los rusos no paraban de hablar de Kupiansk; la realidad habla por sí sola”. Posteriormente, añadió: “Cuando ellos se jactan de logros ficticios, nosotros nos enorgullecemos de nuestros verdaderos guerreros y de sus logros reales”.
En medio de este conflicto, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Subiha, denunció que Odesa, ubicada en la costa del Mar Negro, fue blanco de “uno de los ataques rusos más horribles” durante la madrugada del sábado. Según el informe emitido por Subiha en su cuenta de X, tanto misiles como drones fueron dirigidos hacia infraestructuras críticas, instalaciones energéticas y áreas residenciales.
Este ataque a Odesa fue parte de una ofensiva más amplia que afectó a diversas regiones, incluyendo Kirovhrad, Mykolaiv, Sumy, Járkov, Jerson y Chernihiv. A consecuencia de estos bombardeos, muchas ciudades se han quedado sin suministro eléctrico, lo que plantea un grave riesgo para miles de familias que habitan en la zona, especialmente en el contexto invernal que actualmente enfrenta Ucrania.
El ministro Subiha detalló que, mientras la población ucraniana se encontraba en sus hogares, más de 450 drones y 30 misiles de distintas categorías abrieron fuego sobre Odesa, un punto clave de acceso y estratégico para el país, lo que indica la gravedad de la situación en el conflicto en curso.