Descubre cómo transformar el pan dulce sobrante de Navidad en un delicioso budín de pan.
Tras la celebración navideña, el pan dulce frecuentemente queda olvidado en la despensa. Aunque su frescura se haya disminuido desde su primer día, este alimento continúa siendo una base ideal para la elaboración de nuevas preparaciones. Una de las maneras más efectivas y sencillas de aprovecharlo consiste en convertirlo en un budín de pan, lo que lo convierte en un postre excepcional y poco convencional.
Esta innovadora receta de budín de pan navideño no solo previene el desperdicio alimentario, sino que también permite reciclar los sabores característicos de las festividades en una preparación que resulta húmeda, aromática y extraordinariamente fácil de realizar, sin la necesidad de técnicas complejas o ingredientes difíciles de obtener.
Los ingredientes requeridos incluyen: 300 a 350 g de pan dulce (preferiblemente de uno a dos días), 1 cucharadita de esencia de vainilla, ralladura de naranja o limón (opcional), 1 cucharada de mantequilla para el molde y 2 cucharadas de agua.
Para la preparación, el primer paso consiste en elaborar el caramelo; para ello, se debe colocar el azúcar y el agua en una cacerola pequeña, llevándola a fuego medio sin revolver, hasta que adquiera un color dorado. Inmediatamente, se volcará en una budinera o molde savarín, cubriendo la base, y se reservará.
El siguiente paso es la hidratación del pan dulce; se cortará en trozos y se colocará en un bol grande. Se procederá a calentar la leche (sin permitir que hierva) y se verterá sobre el pan, dejando reposar durante unos 10 minutos hasta que se ablande adecuadamente.
Finalmente, se armará la mezcla añadiendo los huevos, el azúcar, la vainilla y la ralladura. Se mezclará con una cuchara o un batidor manual, y en caso de preferir una textura más homogénea, se podrá procesar; de lo contrario, se dejará la mezcla más rústica. La cocción se llevará a cabo vertiendo la preparación en el molde acaramelado y horneando a una temperatura media (170–180 °C) a baño María durante aproximadamente 50 a 60 minutos, hasta que la mezcla esté firme.
Una vez finalizada la cocción, se retirará del horno y se dejará enfriar antes de llevar a la heladera durante al menos 2 horas antes de desmoldar. Es recomendable servir el budín bien frío. Para asegurar un resultado óptimo, se sugiere ajustar el azúcar de acuerdo con el dulzor del pan dulce utilizado. Si el pan se encuentra excesivamente seco, se puede añadir un chorrito adicional de leche. Este postre se acompaña deliciosamente con crema, dulce de leche o frutas frescas, y su conservación en heladera permitirá que se mantenga en óptimas condiciones durante varios días, además de ser apto para congelar.
En conclusión, este budín de pan elaborado con pan dulce representa una forma sencilla y exquisita de reutilizar las sobras, sin perder el espíritu navideño. Se erige como un postre tradicional, económico y repleto de sabor, ideal para disfrutar tras las festividades.