El reconocido cantante Ed Sheeran experimentó un notable cambio físico y personal impulsado por su rol como padre y exigencias profesionales.
En los años recientes, Ed Sheeran ha cautivado a sus seguidores no solo por su extraordinario talento musical, sino también por una trascendental transformación en su vida personal que ha repercutido significativamente en su imagen pública. Este célebre artista británico ha logrado perder 14 kilos, ha dejado de fumar y ha disminuido considerablemente su consumo de alcohol, en particular de cerveza, hábitos que habían sido parte intrínseca de su estilo de vida durante un prolongado período.
Este proceso de cambio no se produjo de manera instantánea ni superficial; constituyó un profundo ejercicio de introspección, influenciado por la paternidad, el agotamiento derivado de sus giras y la imperiosa necesidad de mejorar su bienestar integral. El momento decisivo se presentó tras una intensa fase laboral que incluyó una gira monumental.
Posteriormente a una gira de gran magnitud y la publicación de nuevo material musical, Sheeran se halló ante un contexto que le exigió reconsiderar su estilo de vida. La fatiga física, la dificultad para mantener el ritmo de sus presentaciones y la comparación con su estado físico en años previos evidenciaron que los excesos habían comenzado a tener repercusiones negativas. A ello se sumó un factor crucial: su reciente paternidad modificó radicalmente sus prioridades y su perspectiva sobre la salud.
Antes de embarcarse en esta transformación, el artista admitía que el consumo de tabaco y alcohol era una constante en su vida diaria. Este no era un mero asunto estético, sino que se relacionaba con hábitos que afectaban su rendimiento en el escenario y su estabilidad emocional. La llegada de nuevas responsabilidades familiares le condujo a reconocer la importancia de estar presente y en óptimas condiciones, tanto física como mentalmente. Esta decisión marcó el comienzo de un proceso de transformación sostenible a largo plazo.
El ejercicio físico se erigió como uno de los pilares fundamentales de su cambio. Ed Sheeran adoptó una rutina que integró ejercicios de fuerza, sesiones de Pilates Reformer y actividades de running, una combinación que le permitió mejorar su estado físico general y perder peso de forma progresiva. Motivado por colegas de la industria musical, decidió incorporar el ejercicio como parte regular de su vida, aunque enfrentó temores iniciales.
Se ha informado que le preocupaba alterar su imagen o desarrollar una musculatura excesiva, por lo que trabajó en conjunto con un entrenador personal de confianza que le ayudó a encontrar un equilibrio adecuado. La evolución de su estado físico fue gradual y continua, pasando de distancias cortas a completar circuitos de hasta diez kilómetros durante la pandemia, reflejando una adaptación sostenida y sin excesos. Paralelamente, ajustó su dieta y aprendió a relacionarse de manera diferente con la comida y el vino, sin caer en prohibiciones absolutas, pero priorizando la moderación en su alimentación.