Descubre los estilos distintivos de Shakira y aprende a imitarlos sin gastar mucho dinero.
Shakira, reconocida no solo por su contribución musical, sino también por su influencia en la moda contemporánea, establece nuevas tendencias cada vez que se presenta en eventos públicos o en videoclips. Actualmente, la artista se encuentra en un periodo de reinventación estilística, donde su estética ha adquirido un carácter más afilado, potente y deliberado. A pesar de que sus conjuntos pueden parecer inalcanzables, la clave reside en desglosar los elementos que utiliza y su forma de adaptarlos a su figura y personalidad.
Este nuevo capítulo visual revela una Shakira más segura y audaz, cuya estética fusiona la sensualidad latina, la nostalgia de los años 2000 y toques de futurismo. La buena noticia para sus seguidores es que muchas de estas fórmulas pueden ser replicadas con prendas asequibles, sin necesidad de contar con un armario de estrella pop. Desde el uso del cuero hasta los brillos metálicos, pasando por los corsets y su melena emblemática, a continuación se detallan los pasos para reconstruir sus looks más memorables.
En los últimos meses, el cuero se ha convertido en el distintivo de su vestuario. Shakira lo utiliza en minivestidos ceñidos, tops geométricos y pantalones adornados con tachas, con el objetivo de proyectar fuerza y dinamismo, rasgos que ella irradia de manera natural.
Para emular este estilo, no es necesario optar por cuero auténtico ni por prendas excesivamente ajustadas; basta con incorporar una pieza clave como un pantalón engomado, una chaqueta biker o un top con recortes.
El secreto radica en el contraste: si la prenda de cuero es el elemento central, el resto del atuendo debe ser más sencillo. Un maquillaje neutro, botas robustas y accesorios metálicos complementan el efecto rockero que ella domina con maestría.
El brillo ha vuelto a ser su aliado para destacar en eventos y videoclips. Shakira utiliza tonalidades doradas, plateadas y holográficas que intensifican su presencia bajo las luces. La lógica detrás de esta elección estética es generar un impacto visual y movimiento.