Conor McGregor y Dee Devlin formalizaron su enlace matrimonial en una ceremonia privada en el Vaticano, seguida de una exclusiva celebración en Roma.
Conor McGregor ha vuelto a acaparar la atención mediática a nivel global, esta vez alejándose de su habitual escenario de combate, al formalizar su unión matrimonial con Dee Devlin en una ceremonia de carácter íntimo y notable. El icónico luchador de MMA y su pareja, quienes han compartido más de 15 años de relación, consagraron su amor en el sagrado recinto del Vaticano, para posteriormente llevar a cabo una celebración lujosa en un selecto club de Roma.
La ceremonia tuvo lugar en la Chiesa di Santo Stefano degli Abissini, una modesta iglesia situada dentro de las fronteras vaticanas. Este evento se efectuó bajo estrictas medidas de privacidad y contó únicamente con la presencia de familiares cercanos y amigos íntimos, en consonancia con la discreción que la pareja deseaba para su celebración religiosa.
No obstante, tras la solemnidad del rito, McGregor y Devlin dieron paso a una celebración que desbordó impacto visual. Un video difundido en diversas plataformas sociales mostró fragmentos de la fiesta posterior, revelando a los recién casados disfrutando de la velada rodeados de un ambiente de opulencia y una decoración meticulosamente curada.
Dee Devlin deslumbró con un vestido de novia de encaje de manga larga, que resaltó por su elegancia atemporal, mientras que McGregor optó por un clásico esmoquin negro con chaleco, fiel a su estilo distinguido. En las imágenes, se le pudo observar relajado, danzando, fumando un puro y compartiendo momentos distendidos con los presentes.
Uno de los elementos más destacados de la celebración fue la escenografía. Un letrero de neón que proclamaba “Casa de McGregor” adornó el escenario donde una banda en vivo animó la velada hasta altas horas de la noche. Los asistentes también tuvieron acceso a una barra de habanos completamente abastecida, con puros recién elaborados, un detalle que subrayó la exclusividad del evento.
Los fuegos artificiales iluminaron el firmamento romano, constituyendo uno de los momentos más memorables de la celebración y proporcionando un cierre espectacular a la jornada. El material audiovisual del evento fue compartido a través de la cuenta oficial de Revolutionary Cigars, una empresa vinculada al ámbito del entretenimiento y los eventos de lujo.
El traslado de los novios también estuvo a la altura del evento: recorrieron las calles de Roma en un Rolls-Royce Phantom III de la década de los 30, un vehículo clásico que atrajo la atención de curiosos y transeúntes.