Platense y Estudiantes de La Plata se enfrentarán en el Trofeo de Campeones 2025, un duelo que refleja la emoción del fútbol argentino tras un año impredecible.
Platense y Estudiantes de La Plata se preparan para un encuentro decisivo este sábado, un enfrentamiento que encapsula la esencia del fútbol argentino durante el año 2025. Ambos equipos, campeones de sus respectivos torneos, el Torneo Apertura y el Torneo Clausura, se verán las caras en el Trofeo de Campeones 2025, con el objetivo de engrandecer sus vitrinas y coronar una temporada caracterizada por giros inesperados y momentos memorables.
El elemento común que une a estos dos adversarios es tanto sorprendente como poco habitual. Tanto el Calamar como el Pincharrata lograron clasificar a los playoffs en la última instancia, siendo considerados como los conjuntos menos favorecidos en las apuestas previas. Desde su posición marginal en la tabla, ambos han forjado trayectorias que han desafiado las expectativas iniciales, culminando en un ascenso notable hacia la cima.
En el primer semestre del año, el conjunto de Vicente López logró acceder a la fase eliminatoria del Torneo Apertura, finalizando en la sexta posición de la Zona B con apenas 23 puntos. Su destino parecía sellado hacia una eliminación prematura, dado que debía enfrentar a Racing en Avellaneda durante los octavos de final. No obstante, el equipo, bajo la dirección de la dupla Orsi-Gómez, logró un triunfo significativo al vencer 1-0 en el Cilindro.
Dicho resultado marcó el inicio de una racha histórica y sorprendente. En cuartos de final, Platense eliminó a River Plate en el Estadio Monumental mediante una tanda de penales, y en semifinales, volvió a sorprender al derrotar 1-0 a San Lorenzo en calidad de visitante. En la final ante Huracán, el equipo concretó una de las hazañas más memorables del fútbol argentino reciente, al consagrarse campeón por primera vez en su historia con una victoria 1-0.
El camino de Estudiantes en el segundo semestre distó de ser lineal. El equipo atravesó una fase regular deficiente, logrando solo 21 puntos y quedando al borde de la eliminación, sin perspectivas claras de clasificación internacional por la tabla anual. Sin embargo, una serie de resultados favorables en otros partidos le brindaron la oportunidad de acceder a los playoffs, alterando drásticamente su trayectoria.
A partir de ese momento, el equipo dirigido por Eduardo Domínguez experimentó una transformación significativa. En los octavos de final, eliminó a Rosario Central, luego logró una victoria crucial en Santiago del Estero ante Central Córdoba y, en semifinales, se impuso en el clásico platense frente a Gimnasia y Esgrima. La consagración llegó en una final repleta de tensión, donde logró vencer a Racing en una definición por penales tras un encuentro equilibrado y dramático.