George Weah: Del Balón de Oro a la Presidencia de Liberia

George Weah ha logrado consolidarse como una figura emblemática en el ámbito del fútbol internacional. Su excepcional habilidad le permitió explorar diversas culturas y tradiciones en su búsqueda de la excelencia futbolística, convirtiéndose en uno de los delanteros más reconocidos de la década de 1990. Sin embargo, tras su retiro, optó por un cambio significativo al involucrarse en la política.

Como un referente del fútbol africano a nivel global, Weah alcanzó el pináculo de su trayectoria deportiva al ser galardonado con el Balón de Oro en el año 1995. Posteriormente, alejado de las canchas, se propuso incursionar en el ámbito político, motivado por un único objetivo: transformar la realidad social y económica de Liberia. En el año 2018, culminando un extenso recorrido, fue electo presidente de su nación.

Durante la década de 1990, Weah dejó su huella en el Milan.

Los inicios de Weah en el deporte rey se gestaron en Liberia, donde su potencia física y capacidad para marcar goles lo hicieron destacar. Este rendimiento sobresaliente atrajo la atención de clubes europeos, lo que lo condujo al fútbol francés, específicamente al Mónaco, donde tuvo la oportunidad de exhibir su talento en las principales ligas del continente.

Posteriormente, se unió al Paris Saint-Germain, donde se convirtió en un jugador fundamental, logrando reconocimiento por sus goles decisivos y destacadas actuaciones en momentos cruciales. Con el prestigio adquirido, Weah dio el salto a Italia para unirse al Milan, uno de los clubes más influyentes de Europa.

Con el conjunto italiano, Weah no solo conquistó títulos nacionales, sino que también alcanzó un hito histórico en la historia del fútbol africano al obtener el Balón de Oro. Este logro representó un punto de inflexión, motivo por el cual Weah se inscribió en las páginas doradas de la historia deportiva.

En las elecciones de 2023, Weah no logró la reelección y fue superado por Joseph Boakai.

Después de su retiro en 2003, Weah tomó la decisión de reorientar su vida pública y canalizar su popularidad hacia la arena política de Liberia. Con un amplio respaldo popular y una imagen consolidada a lo largo de años de éxitos en el deporte, alcanzó la presidencia en 2018.